Un épico juego de servicio de Melichar en el comienzo del set decisivo hizo que las dos veces campeonas de las Finales de la WTA tuvieran aún más fortuna. Aunque Peschke, la única jugadora en la pista que ha levantado previamente el trofeo de dobles de Wimbledon, habiendo ganado el título en 2011 junto con Katarina Srebotnik, impresionó en gran medida con su habilidad y compostura en la red, después de seis deuce, fue la jugadora de 44 años quien finalmente falló una volea en el quinto punto de break del juego.

Exhortándose a sí mismas y exudando energía positiva, Babos y Mladenovic afirmaron su autoridad para acercarse hacia la línea de meta. Pero en el octavo juego, los tambaleos regresaron al juego de Mladenovic y, al percibir la oportunidad, las finalistas del año pasado aprovecharon su cuarta pelota de break con un pase de revés de Peschke para igualar.

Esto preparó la escena para un clímax emocionantemente cercano en el que ambos equipos sacaron su mejor tenis del día. A medida que el partido se dirigía hacia el tiempo extra, el público de la pista 2 recibió una serie de impresionantes puntos y movimientos audaces.

Liderando 7-6, Melichar y Peschke llegaron dos veces a dos puntos de la victoria, pero el servicio de Babos sería impermeable, y la húngara no perdiendo su saque en ningún punto del partido. Habiéndose rescatado a sí misma fuera de peligro, fue Babos quien golpeó inmediatamente el servicio de Peschke, una fuerte cruzada de derecha y un potente revés a la línea selló la ruptura crucial. Sirviendo para el partido después de dos horas y cinco minutos, Mladenovic se preparó para un juego de servicio sólido para cerrar la victoria en su tercera pelota de partido, impulsando un golpe de derecha en la mitad de la pista en el intercambio final.